Del amor a la manipulación y de la ayuda al lucro

Por: Felipe Moreno

La iglesia católica surgió con la intención de propagar el respeto y el amor por el prójimo, que esboza su ideología de igualdad, paz y reconciliación; que proyecta en la audiencia un Dios todopoderoso de justicia, lealtad, prudencia, gratitud, entre otros; que rechaza todo acto violento contra la humanidad, que auxilia, alivia y protege a su comunidad; que escucha y absuelve al individuo del pecado, y que considera que cada quien es libre de hacer con su vida lo que anhela, se transfiguró en una institución representada por manipuladores que tienen como único objetivo proteger sus intereses políticos y económicos.

Esta institución desde el principio ha rodeado con sus dogmas los hogares colombianos. A través del discurso de sus representantes nos dicen que es lo correcto y lo erróneo, lo agraciado y lo desapacible, lo venerado y lo despreciado, lo inmemorable y lo ínfimo, y también, lo perpetuo y lo efímero. Un ejemplo de ésto, es cuando 1939 Monseñor Builes manifestó que: «Asimismo oímos ahora, aún en nuestras cristianas poblaciones y frente a nuestras casas, frente a nuestro palacio, como en ocasión solemne lo grito un maestro de escuela, blasfemias como éstas: “Viva el partido liberal ateo,” frase diabólica que se va volviendo en Colombia lugar común, pero que expresa bien el veneno infernal de odio de Dios y de anhelo porque se destruya su reino soberano eterno» (Castelblanco & Hernández, 2013). Con esto, se demuestra que la retórica de Builes no solo evidencia la paranoia que éste posee por las ideas de izquierda, sino que además construye en el receptor la desconfianza, el terror y la indignación hacia el socialismo. Por consiguiente, estos aspectos son impregnados en la mente de los sujetos para causar un comportamiento de fidelidad y devoción hacia un Dios que no se le ha comprobado su existencia.

Con la visita del Papa Francisco en el 2017 a Colombia, se reveló a las personas el estudio de cuáles eran los diez países con mayor número de católicos en el mundo, según la Santa Sede este documento estuvo basado en los registros de bautizos que el Vaticano tiene en su poder, aspecto en el que el país, con una cifra de 45,3 millones de personas inscritas, ocupó el séptimo puesto (Robledo, 2017). Entonces, esto certifica que en Colombia esta religión es una de las que más adeptos posee. Sin embargo, no se puede establecer con claridad que todas estas personas sean unos creyentes comprometidos, pero sí puede afirmarse que el catolicismo todavía sigue siendo la religión del Estado. En este sentido,

¿Qué herramientas de otras creencias utiliza la iglesia católica para implementarlas en su discurso?

Es necesario recalcar que las creencias se otorgan a través de las tradiciones familiares. Cuando un infante crece en un entorno idealizado por medio de una religión, el niño- ya en la adultez- tiende a reproducirle a su descendiente las mismas costumbres y creencias con las que éste fue educado. Por este motivo, las instituciones religiosas, y en especial la iglesia católica, nunca dejarán de obtener un amplio repertorio de seguidores que a su vez son una pieza fundamental para su sostenimiento económico.

En Colombia el catolicismo fue fundado por los españoles en el siglo XVI. Fue la primera religión extranjera que se reglamentalizó y se acuñó en el país. Su nivel de prestigio trascendió por los diversos métodos elocuentes que desarrollaban para atrapar la atención del público. Por lo tanto, la iglesia católica se popularizó gracias a los ciudadanos, quienes le concedieron notoriedad y estima.

Por otra parte, ésta se encuentra constituida por la multiculturalidad (distintas culturas que habitan un mismo territorio), que a su vez está regida por sus propias leyes y organizada de manera jerárquica. El Papa, que es la mayor figura de autoridad en el clero, es el responsable de mantener a flote la fe de los individuos. De ese fin surge la necesidad de usar cualquier método que atraiga al público, como la magia de los ritos paganos y ocultistas, para que fortalezcan los actos discursivos que se emplean en esta institución.

Respecto a los ritos, el docente y escritor Manuel Seral Coca señala que: «Por mucho que se intente afirmar que la magia ha sido desterrada del culto cristiano o católico no podremos evitar encontrarnos con toda una serie de instrumentos, ritos y objetos de culto, que no son sino complementos de rituales en el que su origen se halla en la ciencia de los magos, y quizás sólo podrían ser explicados con base a los conocimientos de tal ciencia». En otras palabras, la religión católica ha empleado ciertos rituales del ocultismo y de otras creencias, como en el caso del agua, con el propósito de impactar el estado mental de las personas, y en consecuencia mantener su trascendencia en el planeta.

Ahora bien, con relación a los rituales del agua, Manuel Seral Coca en su libro: “La cara oculta de la cruz” explica con bastante acierto esta interpretación:

El agua ha sido utilizada mágicamente de un modo simbólico que nos lleva asociar su contacto con el concepto de limpieza interior, de purificación […] Las aguas simbolizan el reino del subconsciente, el mundo onírico cuyas puertas se franquean en los estados de éxtasis místico, así como en todas las técnicas de interiorización […] El Agua es para los ocultistas el aspecto de la Gran Madre, la esencia plástica y fluida de la que el Gran Padre se sirvió para formar todo cuanto posee existencia concreta… y mucho más. El Agua, por sí sola, por su propia constitución y características de fluidez y suma ductilidad evoca, aún en quien desconoce tal correspondencia, ciertos estados mentales propensos a la receptividad. De hecho, los ocultistas conocemos bien el hecho de que ciertos símbolos pueden provocar respuestas subconscientes aun en quienes ignoran los significados de los símbolos en cuestión y en las claves que se ocultan tras ellos (Coca, 1994).

Esto muestra que el agua fue un ritual ocultista tomado por los miembros del catolicismo para que sus discursos tuvieran una mejor capacidad de persuasión. Incluso, para evitar que sus seguidores se enteraran del verdadero origen de sus rituales, éstos ordenaron aniquilar a los autores materiales e intelectuales de dichos cultos. La intención primordial de la iglesia católica era ocasionar un impacto sociocultural y, por eso, se apoderaron no solo de este rito, sino también de el de los santos, los cirios, entre otros, con el objetivo de construir un poder simbólico en la audiencia. Asimismo, Manuel Seral Coca en su libro: “La cara oculta de la cruz” indica, con alusión a los santos y los cirios, lo siguiente:

Al igual que en el caso del agua, la luz de las velas taladrando la semipenumbra suscita determinados estados de conciencia propicios a la interiorización y al contacto con el propio subconsciente […] El uso de las velas en su faceta mágica va mucho más allá que el mero factor de concentración, dado que existe toda una línea de técnicas rituales mágicas creadas en función del encendido y ofrecimiento de velas e incluso de sus colores. De acuerdo con este sistema las velas se especializan según su color en distintas especialidades de acuerdo a su correspondencia con los tradicionales siete planetas de ocultismo. En el caso de la religión católica, me centraré en el más común que es el color plateado o blanco. Las velas plateadas (o blancas en su defecto) se asociarán en cambio con la Luna y con todas las peticiones destinadas a cambios psíquicos y (clarividencia) (Coca, 1994).

En el caso de los Santos. Obviamente resulta ridículo pensar en santos con poderes a disposición de quienes los soliciten y que, además, exijan un pago por sus “servicios” en forma de velas o cirios ardiendo a los pies de sus efigies. Los santos son las copias representaciones de los dioses paganos con el fin de que los individuos se mantengan desmovilizados y aplacados (Coca, 1994).

De acuerdo con lo anterior, se alcanza a comprender que los diversos símbolos y rituales que posee la iglesia no solo están basados en antiguas creencias, sino que también estas herramientas las instauraron en su oratoria para construir una población más conservadora y ortodoxa. Por ejemplo, está la sociedad colombiana, que con sus graves dilemas socioeconómicos existen determinados habitantes que se inmiscuyen en los templos para escapar de las adversidades que les impone la vida. Éste es uno de los efectos que generan las ceremonias y los simbolismos que refuerzan los discursos de los intermediarios de esta organización.

Por otro lado, en factores semióticos, los miembros que conforman y representan las ideas de la iglesia, son seres capaces de actuar y atrapar a los espectadores con la mirada. Estos personajes como el Papa, los cardenales, los patriarcas, los arzobispos, los obispos y los sacerdotes, poseen un concepto más que básico de la relevancia de la mirada y saben qué distinciones existen entre el ver y el mirar, entre mirones y miradores.

En concordancia con el ver y el mirar, el docente, semiólogo y escritor Fernando Vásquez Rodríguez expone que: «El ver es natural, inmediato, indeterminado, sin intención; el mirar, en cambio, es cultural, mediato, determinado, intencional. Con el ver se nace; el mirar hay que aprenderlo. El ver depende del ángulo de visión de nuestros ojos, el mirar está en directa relación con nuestra forma de socialización, con la calidad de nuestros imaginarios, con todas las posibilidades de nuestra memoria» (Rodríguez, 1992). En resumen, el ver no es vasto, no es excursionista, no es intrépido, no es estoico, no es reflexivo; por el contrario, el mirar es erudito, es duradero, es seductor, es colonizador y es recio tal como los gestores del clero. Es decir, que estos individuos hacen parte del gremio del mirar, y sus seguidores, aunque no todos, están inmiscuidos en el ver.

Conforme a lo anterior, en la película: Furia de titanes, entregada en el 2010 y dirigida por Louis Leterrier, en el fragmento de la aparición de Medusa, se constata como ésta a través de su mirada puede convertir a cualquier hombre que la observe a los ojos en piedra, condenándolos por la eternidad a permanecer en dicho estado (Leterrier, 2010). Así pues, se certifica que Medusa en correlación a los individuos del clero, usan su habilidad de mirar para atraer, y después aprisionar en sus templos a las personas que no van más allá del ver.

Así cómo coexiste una diferencia entre el ver y el mirar, también la hay entre el mirón y el mirador. El mirón es un ser que vive anestesiado, que no duda, no cuestiona, que es conformista con su modo de subsistencia. Éste es individualista y tradicionalista; en cambio el mirador es analítico, crítico y reflexivo. Estudia y desarrolla una transformación en su contexto, es elocuente, explorador y seguro de sí mismo. El mirón, por su lado, está sumergido en la pereza y en contentarse con que otro le realice sus tareas (Rodríguez, 1992). Esto establece que en la iglesia católica, como otras organizaciones, son miradores que ha sabido conservar su dinastía.

El discurso católico dispone de una retórica audaz y persistente, que se colabora con afirmaciones de un Dios del que aún no se tiene certeza de su existencia. Quizás éste no más sea una personificación de los deseos más profundos del hombre; ser sabio, eterno y perfecto. Es evidente, que el discurso de estos personajes sobrepasa las expectativas por el modo en que evocan su persuasión, su proxémica (relación del sujeto con el lugar) y su kinésica (estudio de los movimientos corporales) en la audiencia. De igual manera, se observa un claro abuso de poder discursivo, a tal escala, que ellos utilizan y modifican los ritos de otras creencias y los aspectos semióticos que tengan a su disposición, para engañar a las personas y por tanto proteger sus alianzas políticas y económicas, que por cierto, son aquellas que le han otorgado un papel fundamental en el control social del mundo.

Como anexo a lo anterior, Teun A. Van Dijk en su texto: “Análisis crítico del discurso” opina que: «La noción de poder involucra ante todo el concepto de control sobre dos instancias: los actos de las personas y la mente de las personas; es decir, hablar de poder es hablar de control. El control remite a la limitación de la libertad de acción de otros. El discurso es poder y la persuasión es el mayor controlador de actos lingüísticos en la modernidad» (Dijk, 1994). Como resultado los exponentes del clero, de forma esencial el Papa, emplean su posición y su simbolismo para fomentar en sus discursos componentes emocionales que hagan un acercamiento al inconsciente, y establezca en los sujetos anhelos, nociones e incertidumbres que inciten a la ejecución de determinadas acciones. Un ejemplo de esto es lo ocurrido con la aprobación del matrimonio gay en Colombia en el 2015, donde el punto de vista eclesiástico se mantuvo en una constante escucha. Es ahí que uno se da cuenta que todavía no existe una separación de la iglesia y del Estado. Entonces uno de los principios básicos de la constitución de 1991 no es más que otra fachada.

Para concluir, la fe no mueve montañas, mueve masas que en gran parte son mirones y que nunca se detienen a mirar, jamás lo aprendieron. Masas sometidas, agazapadas, sumisas, calladas y manipuladas por retóricas que reconquistan la mente de los individuos. Una iglesia que tiene miles de naciones confiscadas, entre esas Colombia, en las que aseguran ser la viva representación de la libertad y de la igualdad cuando sus acciones reflejan todo lo contrario. Esta institución que copio rituales de otras religiones ha probado por medio de la historia que hace bastante tiempo dejó de ser el retrato del amor y la rectitud, transformándose en un monopolio que se ha lucrado a espaldas de la desinformación.

Bibliografía:

Castelblanco, S. Y., & Hernández, A. O. (2013). https://repository.javeriana.edu.co. Obtenido de Monseñor Builes. La tradición de las buenas costumbres y la modernidad: https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/15268/Casteblanco BachillerSandraYanette2013.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Coca, M. S. (1994). La cara oculta de la cruz. Barcelona: Luna negra.

Dijk, T. A. (13 de enero de 1994). Cátedra Unesco. Obtenido de Análisis crítico del discurso: http://padron.entretemas.com.ve/cursos/AdelD/unidad1/1-AnalisisCriticoDelD iscurso.htm

Leterrier, L. (Dirección). (2010). Furia de titanes [Película].

Robledo, J. (12 de abril de 2017). Colombia, entre los diez países más católicos del mundo. El Tiempo, pág. 2.

Rodríguez, F. V. (1992). Más allá del ver esta el mirar. Signo y Pensamiento, 10. Obtenido de Signo y Pensamiento: http://www.icesi.edu.co/blogs/lenguajevirtual/files/2009/01/mas-alla-del-ver-e sta-el-mirar.pdf

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