Diurético, laxante, expectorante, antigripal, antiinflamatorio, relajante y cicatrizante, entre otros, son los efectos medicinales que el saber popular le atribuye al sauco (Sambucus nigra). El zootecnista José Andrés Tabla Rojas, candidato a magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, ha comprobado otra: alimento idóneo para que los bovinos produzcan menos metano, uno de los principales gases del efecto invernadero (GEI) que contribuyen al calentamiento del planeta.
Los GEI están ubicados en la atmósfera para absorber y emitir diferentes flujos de calor (radiación) que favorecen el establecimiento de la temperatura de la superficie planetaria. Sin estos gases, la temperatura promedio de la corteza terrestre sería de unos -18 oC; sin embargo, con este efecto invernadero natural, alcanza cerca de los 14 oC.
Desde los inicios de la Revolución Industrial las actividades humanas han provocado un incremento en la concentración de los gases en la atmósfera de la Tierra; la ganadería, que se constituye como un sector económico y es una de las soluciones a la creciente demanda de proteína animal, favorece la emisión de metano.
El metano se genera en el interior del aparato digestivo de los rumiantes (vacas, ovejas o cabras) cuando los microbios fermentan el alimento que consumen; a este proceso se le conoce como fermentación entérica.
Se estima que a través de gases o eructos cada vaca libera unos 200 g de metano al día, y además que en el mundo hay cerca de 1.500 millones de ellas. Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) calcula que cada año la ganadería produce unos 100 millones de toneladas de este gas, una actividad a la que habría que sumarle varios millones si se tiene en cuenta la construcción de hatos, el transporte de animales, el uso de abonos para pastos, etc.
Alternativa de alimentación
¿Qué tiene que ver el sauco con el metano que producen las vacas? El zootecnista Tabla explica que algunas investigaciones han mostrado que este arbusto, que prácticamente se produce en todos los departamentos de Colombia, tiene un alto valor nutricional para ser utilizado en la alimentación de rumiantes, pues es una fuente importante de proteína de alta calidad y es un recurso promisorio para reducir las emisiones de metano al ser introducido en la dieta de estos animales.
El interés central en su investigación fue determinar en qué circunstancias el sauco es más nutritivo y cuándo su incorporación en la alimentación de rumiantes produce menos metano; para eso tuvo en cuenta tres momentos del desarrollo de la planta: prefloración, floración y fructificación, y relacionó cada estado con los contenidos de metabolitos secundarios.
Los metabolitos son sustancias y compuestos químicos que pueden intervenir o no en el proceso de desarrollo de las plantas; se dividen en primarios (carbohidratos, proteínas o lípidos), aquellos que tienen que ver directamente con su supervivencia, crecimiento y reproducción; y secundarios, que son las sustancias (terpenos, compuestos fenólicos, glucósidos y alcaloides) que en principio no son esenciales para la vida, pero que contribuyen a la adaptación de las especies.
El zootecnista señala que los metabolitos secundarios cumplen funciones protectoras, repelentes o atrayentes, razón por la cual su potencial como medicamentos, antibióticos, insecticidas o herbicidas es cada vez más estudiado. Destaca también que algunos compuestos de los metabolitos secundarios parecen tener potencial para inhibir la producción de metano en el rumen o panza, a través de su efecto sobre la población de microbios.
En una primera parte de su investigación tomó varias muestras de hojas de sauco de una plantación del arbusto en Pasto (Nariño) y analizó los compuestos que determinan la calidad nutricional del forraje –como el contenido de proteína cruda, carbohidratos o ácidos grasos– además de los niveles de metabolitos secundarios.
Así, determinó que la etapa de desarrollo de la planta sí afecta la composición nutricional del forraje, y que en la edad de fructificación –cuando empieza a germinar el fruto– el sauco posee una mayor cantidad de nutrientes en relación con cada tonelada de forraje cosechado.
Nutritivo y menos contaminante
En la segunda parte de la investigación, el zootecnista realizó pruebas de fermentación in vitro, es decir una simulación en laboratorio sobre cómo es la digestión bovina, con el objetivo de saber en cuál edad específica de desarrollo del sauco produce menores niveles de gas metano.
Para ello elaboró diez tipos de dietas en las que mezcló el forraje de sauco con césped inglés (Lolium perenne), pasto ampliamente utilizado por su potencial para producir grandes cantidades de forraje de buena calidad, apetecibles para el ganado.
Al césped se le incorporó sauco en cantidades de 10, 20 y 30 % tanto en la etapa de prefloración como de floración y fructificación. Todas las dietas experimentaron mejoría en su composición final gracias al aporte de nutrientes del arbusto.
Con respecto a la producción de metano, los niveles bajaron a 36,23 ml de metano por cada gramo de alimento potencialmente digerible cuando se agregó un 10 % de sauco; 27,17 ml cuando se adicionó el 20 %, y 24,37 ml cuando la inclusión del arbusto fue del 30 %.
El estudiante destaca que “en la etapa de floración en los diferentes niveles de inclusión, fue cuando se presentó la más baja producción de metano in vitro, siendo al parecer esta edad la indicada para disminuir las emisiones de metano”.
Para el profesor Hugo Sánchez Guerrero, de la UNAL Sede Palmira y director del trabajo de investigación, además de una dieta a base de sauco, que hará que las vacas emitan menos metano, utilizar este arbusto en sistemas de silvopastoreo intensivo –que combina árboles y arbustos con los componentes tradicionales de céspedes y animales– en zonas de mayor altitud, como Nariño en este caso, podría disminuir drásticamente las emisiones de GEI.
La investigación adelantada por el zootecnista Tabla se constituye así en un referente regional y nacional para que se puedan comprobar las bondades del sauco en estudios de campo, con fines productivos y estratégicos que beneficien la producción lechera del país, la cual representa el 2,3 % del PIB nacional y el 24,3 % del PIB agropecuario, además de generar más de 700.000 empleos directos.
Fuente: UNPeriódicoDigital