Por Jhon Martínez*
Un valor central de la teología bíblica latinoamericana es la consideración a profundidad del contexto social, económico, político, cultural, de género y ecológico, en el fueron producidos los textos bíblicos, frente a sus correlatos contextuales bajo los cuales se leen esos textos hoy día en la región. De esta manera, es distintiva la sensibilidad de los biblistas latinoamericanos, marcada profundamente por el uso de herramientas sociológicas para el estudio de la Biblia. Este sello en la lectura bíblica latinoamericana, se trata de un abordaje que no solamente contempla los factores espirituales, teológicos o religiosos, pues los contextos sociales, políticos, culturales y económicos también condicionan la redacción de un texto y se hace necesario no descuidarlos con el de fin captar adecuadamente su sentido. De esta manera, el contexto social es fundamental en la labor hermenéutica para considerar un ejercicio interpretativo más preciso, puesto que generalmente el ubicar los textos en su amplio contexto social en la vida real conocido como Sitz im Leben, termina siendo un ubicarlos solamente en la fe de la iglesia, es decir, un Sitz im Glauben.
Es así, que el uso de las ciencias sociales como práctica hermenéutica aportada especialmente en América Latina, apunta al reconocimiento de la acción de Dios en forma contextualizada; es decir, permite la formulación de unas preguntas generadas de la situación socioeconómica del interprete que iluminan el proceso exegético y trazan puentes hermenéuticos; además estas preguntas ayudan a resaltar la teología del texto bíblico en un plano social que le abre posibilidades de una interpretación más amplia y más cercana a la realidad de las comunidades interpretantes. De esta manera, la concentración en la dimensión social permite a la teología profundizar en el esfuerzo exegético de un acercamiento al contexto del autor bíblico, además, también le da la fuerza de cuestionar, a la luz del texto bíblico, la situación de la realidad presente.
Al enfocar en el mundo del texto, los biblistas latinoamericanos han señalado que el relato bíblico no es neutral, pues las estructuras sociales desencadenaron las escenas tal como son narradas, lo cual tiene la enorme dificultad de que generalmente el texto las da por conocidas. Al mismo tiempo, los escritos bíblicos proporcionan información social, política cultural y económica importante; dicha información puede ser ampliada y dilucidada a la luz de las ciencias sociales. No se puede desconocer que los textos son producto de las circunstancias sociales y conflictos humanos de la época. Podemos recordar unos relatos bíblicos con algunas preguntas sociales: ¿Qué noción de propiedad se juega en la disputa entre Nabot y la familia real por una viña? (1 Reyes 21) ¿Por qué la paz que da el mundo turba el corazón y genera miedo? (Juan 14:27)
Si se enfoca en el mundo del interprete, la hermenéutica latinoamericana subraya que el texto bíblico será interpretado conforme a los códigos que el interprete maneja, de tal manera que la labor interpretativa debe “sospechar” de la forma en que se asimila el mundo tanto en el presente como en el pasado. Es claro que la visión del mundo del interprete influirá en la forma en que él mismo considera el mundo del texto, siendo la interpretación una elaboración teológica condicionada por diferentes factores que es necesario aquilatar. Algunas preguntas desde nuestra realidad social en relación a los textos y preguntas ya mencionadas: ¿Qué noción de propiedad se practica en Colombia y cuales han sido sus efectos? ¿Cuáles son los rasgos de las narrativas de paz instaladas en la opinión pública?
Reconstruir el mundo del texto bíblico en el presente es un acto con consecuencias políticas, por eso es tremendamente peligroso reducir la fe a la simple espiritualización, al igual que manipular la Biblia citándola en forma descontextualizada y acrítica. Estos simplismos llevan a reducir peligrosamente la dimensión social de la fe, por ejemplo a la exaltación de un gobernante que reza. Ese es el drama macabro del cristianismo hoy en América Latina y en Colombia.
La interpretación de la Biblia es un llamado a cambiar el mundo. Estas consideraciones sobre la dimensión social de la hermenéutica bíblica pueden ayudan no solamente a interpretar el texto inspirado, además permiten interpretar la propia coyuntura social a la luz del texto bíblico que es para el creyente referencia ética en los planos personal y social.
*Teólogo y economista. Pastor de la Iglesia Diálogos y Fe en Bogotá. Director de Recursos del Distrito Centro de las Asambleas de Dios de Colombia. Docente de Teología Sistemática. Consultor en fortalecimiento institucional e incidencia pública. Miembro de creas.org en el área de Religión y Desarrollo.
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