De acuerdo a una investigación publicada en Nature Communications partes de la Península Antártica cambiarán de color a medida que se espera que la «nieve verde» causada por la floración de las algas se extienda con el aumento de las temperaturas globales.
Un equipo dirigido por investigadores de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido y el British Antarctic Survey utilizó datos satelitales y observaciones de trabajo de campo para crear un mapa de las algas verdes y predecir el crecimiento futuro de la desconcertante nieve verde.
El equipo calculó que las algas en la península actualmente absorben niveles de CO2 equivalentes a 875 000 viajes promedio en automóvil.
También descubrieron que la mayoría de las floraciones de algas estaban a menos de cinco kilómetros de una colonia de pingüinos, ya que el excremento de las aves es un excelente fertilizante.
La nieve verde aparece a lo largo de la costa. Las algas crecen en áreas ‘más cálidas’, donde las temperaturas promedio son de poco más de cero grados centígrados durante el verano austral, los meses de verano del hemisferio sur de noviembre a febrero.
Según los investigadores el cambio climático jugará con el «reverdecimiento» inadvertido de la nieve antártica.
«A medida que la Antártida se calienta, pronosticamos que la masa total de algas nevadas aumentará, ya que la propagación a terrenos más altos superará significativamente la pérdida de pequeños parches de algas en las islas», dijo el científico principal de la Universidad de Cambridge Andrew Gray, autor principal del estudio.


Si bien más algas significa que se absorbe más CO2, las plantas podrían tener un impacto pequeño pero adverso en el albedo local (cantidad de calor del Sol que se refleja desde la superficie de la Tierra).
Mientras que la nieve blanca refleja el 80 por ciento de la radiación que la golpea, para la nieve verde esa cifra está más cerca del 45 por ciento.
Sin embargo, el equipo dijo que es poco probable que el albedo reducido afecte el clima de la Antártida en una escala significativa.
Fuente en inglés: Science Alert.