Pensar con la Realidad

Por José Repiso Moyano

A medida que piensas, te van saliendo frases que guían tu pensamiento (te lo iluminan de un sentido racional) hacia donde quieres ir; algo que sería tu meta, tu objetivo intencionado o afirmación para que se confronte con lo que aportan todos los demás.

Pero lo que va diciendo tu pensamiento atiende casi siempre a tus intereses, a tus gustos, a tus miedos, a tus casi incambiables inclinaciones a excusar errores de tus amigos, de tu religión, de tu pueblo, de tu país, etc. , por lo que se va haciendo un pensamiento tóxico-incorrecto para la razón o para una veracidad real, y lleno de halagos sistemáticos, de tópicos, de medias verdades o de lemas irreales.

Sí, por supuesto, indudable que todos desean el bien para todos, indudable que todos desean la luz o la verdad para todos; pero desde ésa toxicidad que he indicado. Y, ¡claro!, es imposible que alguien sea consciente de una verdad siquiera si verdaderamente nunca va a renunciar a las mentiras que le impiden-obstruyen la consciencia de tal verdad.

Porque digamos, en el fondo, la verdad no es cualquier cosa, sino en serio un descarte con criterios de lo que no lo es. Y así… hay que estar quitando, quitando cosas con criterios en tu pensamiento, una y otra vez, hasta que salga “algo que no engañe a la realidad”, o que no la disfrace. ¡Exacto!

Por ello, la verdad ha de ser siempre: 1) Ser acusatoria. La verdad, para ser realidad, se ve obligada a decir siempre causas y causantes de las cosas. Si no, no sería verdad. 2) Parecer resentimiento. La verdad es insistente o reincidente sobre cualquier resistencia de personas que la rechazan o la niegan. Por eso siempre está a vueltas sobre lo mismo que es polémico o que «hiere» o que molesta. Eso siempre parece puro resentimiento, pero no lo es. 3) Levantar ampollas o desarrollar intolerancia a los que han estado aislados de ella. Sí, los que han vivido contra ella o sin ella, por impulso egocéntrico, ¡ya no la aceptan!, y así dictan en cerrazón siempre (con tantos recursos de poder e influencias que inmoralmente tienen) un impedirla atroz a todas horas.

¡Claro!, a partir de ahí se desarrollan siempre unos AYUDANTES DEL VETAR A LA VERDAD, porque les hiere, les molesta, les estropea negocios o recibir más halagos de esos tan bonitos, etc. ¡Oh!, seamos serios, vetar a la verdad (o a quien la muestra racionalmente) es el mismo mal. También, esos ayudantes indicados nunca reconocerán ser ayudantes de un vetar continuo a la verdad. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen, sin más, así es, pero eso no es ética, no, ni es nada que evolucione a algo esperanzador. Que aprendan de esto los políticos; dirán… muchas cosas, pero que piensen de una vez con la moderación de la razón, «con equilibrio».

Las opiniones de cada una de las publicaciones de sinmordaza.com.co son responsabilidad de cada uno de los autores y en ningún momento representan la posición oficial de la revista. Aquí son bienvenidas todas las ideas, todas las opiniones, todos los matices, todos los conceptos, publica tu artículo aquí.

Comparte este artículo

1 comentario sobre «Pensar con la Realidad»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *