Proyecto político cristiano en Bogotá

Los resultados de las pasadas elecciones regionales en la capital del país no mueven mucho el panorama político cristiano. A pesar de los esfuerzos por consolidar la unidad para agrandar la cobertura en el gobierno distrital en medio de diferentes congregaciones, lo obtenido en términos de curules y cargos de elección popular, sigue siendo el mismo.

Una de las más grandes iniciativas que buscaban este propósito, fue el movimiento de ciudadanos “Libres”, dirigida por el candidato a la alcaldía y ex presidente del Fondo Nacional de Ahorro, Ricardo Arias, quien comenzó a gestarlo desde el proyecto “Dignidad”.

No hubo Alcaldía

El aspirante Ricardo Arias, logró inscribir su candidatura con 265.000 firmas, una cifra nada despreciable  para este fin. Pero la fuerza que lo llevó a tener un espacio en el tarjetón, no le alcanzó en las urnas, donde obtuvo 91.082 votos, ubicándolo en el quinto lugar de resultados.
Le fue mejor a Claudia de Castellanos en el año 2000, quien con más de 170.000 sufragios en su época, se ubicó en tercer lugar en votaciones. Sin embargo, los números de Arias fueron superiores a los de Gustavo Páez en el 2011, quien obtuvo más de 20.000 en aquel momento.

Así las cosas, si se quiere consolidar un proyecto político en Bogotá, es necesario trabajar más, pues este ejercicio es un primer paso al propósito político evangélico en la capital del país.

El Concejo no aumenta

Para el siguiente periodo, se mantienen tres curules cristianas en la Corporación, aunque dos de estas se renuevan.
En primer lugar, está Diego Devia, quien en la lista cerrada del Centro Democrático, representa la fuerza electoral del G12 (Misión Carismática) de los Castellanos. Devia, tomaría la silla que deja libre la actual Concejal Clara Lucía Sandoval, quien no aspiró en esta oportunidad, al parecer, por no caer en doble militancia, pues habiendo sido elegida en el año 2011 por el partido de la U, no habría podido inscribirse por el movimiento de Uribe, nueva directriz de sus jefes políticos.

En segundo lugar y conservando su curul, se encuentra el pastor Marco Fidel Ramírez, quien con más de 13.800 votos se consolida por el partido Opción Ciudadana. Ramírez, quien se ha dado a conocer también como el “Concejal de la Familia”, ha venido aumentando su capacidad electoral, sumando alrededor de 4.000 votos desde el 2011.

En tercer lugar, el candidato por Libres, Emel Rojas; única silla que consiguió el naciente movimiento cristiano. Con un total de 8.540 votos, ocupa el puesto que deja libre Arthur Bernal, a quien no le alcanzó su fuerza electoral en esta oportunidad. Esta plaza en la Corporación fue posible por los más de 70.000 sufragios obtenidos por la lista ´del león´ al Concejo capitalino.

Los quemados

Grandes expectativas había por diferentes candidatos que contaban con respaldos fuertes, pero que a la final, no les alcanzó el respaldo en las urnas para su objetivo.
La más grande quemada fue justamente la de Arthur Bernal Amorocho, quien no podrá continuar como cabildante. Sus más de 10.200 votos no fueron suficientes para repetir periodo en la Corporación, a pesar que hace parte del partido Cambio Radical, el gran ganador de las contiendas electorales regionales; no solo por su representación en el Concejo, sino por ser el partido del nuevo alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa.

Otro candidato que sonaba con fuerza es Andres Barrios, quien con el aval de la Senadora Viviane Morales, no pudo llegar al Concejo con sus más de 8.500 votos por el partido Liberal.
Al final de la lista, encontramos a Ferney Paez, hijo del ex concejal y ex candidato a la alcaldía Gustavo Paez, quien con 7.806 votos, ´se rajó´ por poquito y no pudo mantener la fuerza política de su padre. También, Juan de Dios, quien obtuvo 7.695 sufragios a su favor.

En este escenario, el camino a consolidar una fuerza cristiana política en el centro del país es un reto que debe asumirse con arduo trabajo, pues es mucho lo que hace falta para avanzar en este tema, si es lo que se quiere lograr.

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